Hoy nuevamente abrí el "baúl de los recuerdos"... allí encontré hojas de papel sueltas y amarillentas estropeadas por el tiempo; encontré pétalos de rosas en libros que marcaban algunas páginas de interés; fotografías que me hicieron recordar hermosos momentos de mi vida, de escenas coloreadas en el papel fotográfico.
Continué "hurgando" mi baúl y encontré una tarjetica alusiva a la Navidad, con esta bellísima y hermosa dedicatoria: "A mi amada Esposa... Nila, ya comencé a envejecer a tu lado... pero tú eres mi eterna juventud. Feliz Navidad!... Te ama, Martín"...(Diciembre 2004).
¡Que palabras tan profundas y hermosas, llenas de amor... escritas en esa Navidad!...Nunca pasaría por su mente que exactamente dos años después, la Navidad de 2006 no estaría a mi lado!... porque se fue a la Eternidad en una Navidad, tal cual él lo había deseado!...
Martín, no pude continuar siendo tu "juventud", a pesar de que ambos solíamos decir que envejeceríamos juntos... que seríamos una pareja de ancianos con el copo de nieve ya visible, asidos de las manos en todos nuestro andar y trajinar, como siempre lo hicimos , apoyado uno del otro!...
Mi eterna juventud, como me decías, no pudo continuar alimentando tus años, los años que necesitabas para sentirte joven!...
Mi juventud se rompió!... se partió en dos!... una parte te la llevaste y la otra, quedó aquí conmigo, incompleta, la cual poco a poco, va deslizándose como el reloj de arena... pasando el tiempo y cada vez menos!...
El pasado 23 de abril, celebré un año mas de vida... ese dia también se marcó una nueva arruga en mi frente llena de dolor por tu ausencia, pero aún así, Martín, seguiré siendo tu eterna juventud, cuando nos volvamos a encontrar allá en la Eternidad, donde nunca se envejece, donde nuestras Almas serán bendecidas por las Manos de Dios, con la señal de la Eterna Juventud Celestial... Así será!...
Nhylath...
©Copyright Nila J. Bohórquez
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