domingo, 5 de enero de 2014

Mi noble papel en blanco...


¡Pobrecito mi papel...
esos papeles extendidos
sobre cualquier escritorio
relucientes de blancura
o amarillentos...
maltratados por el tiempo !...

¡Pobrecito mi papel!...
cómo tienes que disponer de fuerzas
para aguantar tanto peso
ocasionado por lo que allí escribimos,
con sensibilidad algunas veces,
otras, llenas de rabia e inconformidad!...

En ocasiones, adornándote
con palabras alegres y de emociones...
otras, cayendo en él, 
lágrimas de amarguras!...

¡Oh!... noble papel...
cuanta tinta absorbes
marcando la pluma letra por letra,
sabiendo que algunas
son falsas letras que recibes
en tu lomo abierto a cualquier sorpresa!...

Papel que soportas
alegrías, tristezas, rabias e impotencias
y no sabes detener a la noble pluma,
porque eres alcahuete
de todo pensamiento que se pasea
por el mundo etéreo del poeta!...

Así sean falsos o verdaderos,
libres o prohibidos,
halagadores o perturbadores,
excitantes o lasos...
a todos, estás presto a recibir!...

Así es la realidad,
compañero eterno de mis alegrías,
tristezas y sinsabores!...

¡Oh mi albo papel!...
en donde dibujo con letras ulfilanas
todo el universo del amor, del sentir
 del padecer y de momentos
 felices que llenan cada línea...

Porque tú lo permites,
sabiendo la realidad... la verdad...
pero callas... eres testigo mudo
hoja por hoja, de ese poema
que escribimos día a día,
porque tenemos un cómplice amigo:

Tú, mi adorable papel en blanco
y sin líneas trazadas
tratando de escribir recto...
¡para no equivocarme!


Nhylath...






 ©Copyright Nila J. Bohórquez 
(Seudónimo: Nhylath)
Derechos Reservados 2014 
Maracaibo, VENEZUELA


2 comentarios:

  1. Buena reflexión, y cierta. Hay un dicho popular que dice "el papel lo aguanta todo". Más lo hará tu papel tus pergaminos y orgullosos de recibir la tinta impresa sobre él.

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  2. Aprecio tu comentario!... gracias por leerme!...

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